EL ZOOTROPO
INTRODUCCIÓN
Hoy en día la imagen en movimiento no tiene ningún misterio para nosotros. Todos sabemos que el cine se compone de una serie de imágenes fijas que al pasar rápidamente nos causa la sensación de movimiento. Sin embargo, en el siglo XIX, época de grandes cambios e inventos, la idea de crear imágenes animadas era un pequeño misterio que se estaba investigando, y antes de que los hermanos Lumière diesen a conocer las primeras “películas”, la gente se divertía con pequeños juguetes como el zootropo.
El zootropo es una máquina creada en 1834 por el inglés William George Horner. Consiste en un tambor giratorio con varias rendijas. Dentro del tambor se coloca una tira con imágenes fijas que forman una secuencia en horizontal, y al hacer girar el tambor, miramos por las rendijas y tenemos la sensación de que las imágenes se encadenan y se mueven. Esto ocurre por el efecto óptico de presencia retiniana, que consiste en que si miramos algo muy iluminado se mantiene en nuestra retina unos instantes. En el caso del zootropo, las imágenes que vemos a través de las pequeñas rendijas tienen más luz y se transforman en fotogramas separados visualmente por la pared del tambor de la máquina. Al hacerlo girar rápidamente, los fotogramas se encadenan y producen una pequeña secuencia en movimiento.
Este invento es uno de los antecedentes del cine y, ante todo, de los dibujos animados que podemos ver hoy en día.
TAREA
El ejercicio a realizar consiste en la construcción de un zootropo por grupos de 3 personas. Cada grupo deberá organizarse para construir entre los 3 miembros un zootropo. Para que haya cierta homogeneidad entre todos los zootropos hechos en la clase se darán las medidas y algunos de los materiales a utilizar. Después, cada persona, individualmente, realizará una tira-secuencia para colocar en el zootropo y ser vista.
PROCESO
Primero se dividirá la clase en grupos de trabajo de 3 personas.
Para la construcción de la máquina cada grupo deberá traer:
- Una cartulina negra grande.
- Lápiz
- Regla
- Tijeras y cuter.
- Pegamento.
- Compás.
- Cartón (al menos un cuadrado de 25 cm)
- La tapa de un tarro.
- Cinta adhesiva.
- Pintura acrílica.
- Pincel
En la clase se dará el resto de materiales y herramientas que se necesitan:
- Tabla de madera (1cm).
- Puntas gruesas.
- Sierra de calar.
- Martillo.
- Tubo de Plástico (muy delgado)
Una vez que tenemos todo el material comenzamos dibujando en la madera dada un círculo de 12,5 cm de radio con un compás que habrá que cortar con la sierra de calar de la clase. Éste servirá de base para el zootropo. Una vez recortado, en el centro se clavará la punta gruesa, sobre la cual girará el tambor. La punta debe sobresalir por completo hacia arriba, y la cabeza debe quedar incrustada en la madera para que al posar la base sea estable.
Mientras tanto otra persona puede ir haciendo otro círculo, también de 12,5 cm de radio con el cartón. Éste servirá como base del tambor. En la parte que será el interior del tambor se puede pegar una cartulina negra del mismo radio. El centro debe quedar muy bien marcado, ya que sobre este centro se hará girar. Para reforzar el centro, que habrá de apoyarse sobre la punta, pegaremos la tapa de un tarro. En el tarro, una vez pegado también deberá marcarse muy bien el centro, teniendo en cuenta el radio del cartón. Alrededor de este centro se pegará el tubito dado, en el que se encajará la punta de la base y se hará girar el tambor. El tubo debe quedar muy bien pegado, ya que tiene un papel muy importante.
Otra tarea que se puede realizar simultáneamente es la pared del tambor: para esto hay que dibujar y recortar un rectángulo en la cartulina negra que debe medir 11,5x81 cm. A lo largo de uno de los bordes se realizarán marcas de 5,5 y 0,5 cm. Los huecos de 0,5 cm serán los huecos para mirar al interior y serán de 4 cm de longitud. Estos huecos se recortarán más fácilmente con un cuter.
Una vez que tenemos todas las piezas listas hay que unirlas. Primero hay que pegar la pared del tambor alrededor de la base con cinta transparente. También pegaremos el principio de la tira de cartulina con el final al tener el círculo completo. Para reforzar el tambor y hacer una decoración se puede pegar una tira de cartulina alrededor por fuera. Aquí podéis elegir el color, si realizáis algún motivo... También podéis pintar la base de madera con acrílico. Finalmente se coloca el tambor sobre la base encajando la punta en el tubo de plástico y se hace girar.
Para la realización de las tiras-secuencia cada alumno debe recortar una tira de cartulina de 80x6 cm (se repartirá la cartulina en clase). Esta se dividirá en 13 cuadraditos de 6 cm de lado (sobrarán 2cm al final que servirán para encajar bien la tira en el zootropo). Para la secuencia, dividida en trece movimientos, elegiréis un dibujo sencillo, que se irá modificando muy levemente en cada cuadrado para producir un movimiento. Lo ideal es que finalice igual que empezó, y así al girar no haya cambios bruscos. Aquí tenéis algunos ejemplos:
Las tiras se pueden intercambiar para ver en el zootropo, por tanto, siempre que haya más de una idea, os invito a hacer todas las que se os ocurran.
RECURSOS
Para encontrar más información sobre la construcción del zootropo, su origen y otras curiosidades sobre el tema podéis consultar estas páginas:
EVALUACIÓN
Tras la realización de este ejercicio se valorará:
- El interés y esfuerzo dentro del trabajo en grupo.
- La buena organización de las tareas.
- La correcta fabricación del zootropo (utilización de materiales y herramientas) y ante todo, que funcione.
- La adecuación de los dibujos de secuencia, el buen enlace del movimiento entre unos y otros, y sobre todo, la originalidad y creatividad a la hora de elegir un motivo.
- La observación, comprensión y experimentación del fenómeno óptico a partir del trabajo realizado.
CONCLUSIÓN
Hemos aprendido a construir un zootropo con nuestras propias manos y con materiales sencillos, pero creo que lo más interesante de todo ha sido recapacitar en el origen de un invento y comprender que las cosas suelen surgir de objetos sencillos que han ido evolucionando. En este caso nos hemos puesto en la piel de los inventores del siglo XIX que no se conformaban con poder obtener imágenes fijas, sino que se esforzaban por poder reproducir escenas en movimiento. Creo que lo mejor de este ejercicio es poder después experimentar con la máquina construida, observar lo que pasa y comprender la ilusión que crea. Creo que es muy interesante investigar sobre el origen y los antecedentes de los inventos sofisticados que tenemos hoy y recapacitar sobre cómo han evolucionado.
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